La hotelería, una historia apasionante (Parte 1)

Hotelería y Turismo

por: Jorge Alberto Escobar de la Cuesta

El mundo de la Hotelería es una actividad fascinante, tanto para quienes la experimentan como usuarios, como para quienes nos apasiona vivir en torno a esta industria, que más que una profesión, es una verdadera pasión. Los quiero invitar a un viaje por el tiempo, para que conozcamos la historia de este maravilloso mundo, para lo cual tenemos que ir un poco más allá y comenzar por el principio: La historia de los viajes y del turismo.

I. DE VIAJEROS Y TURISTAS

“El viajero ve lo que ve. El turista ve lo que ha venido a ver”. G.K. Chesterton

Es indudable que existe una relación simbiótica entre la hotelería y la acción humana de desplazarse de un lugar a otro, sin embargo, lo mas común es considerar a la actividad de la hotelería relacionada con la de turismo.

Pero ¿acaso no son la misma cosa viaje y turismo?

La Organización Mundial de Turismo (OMT https://www.unwto.org/es/glosario-terminos-turisticos) tiene las siguientes definiciones :

VIAJE: todo desplazamiento de una persona a un lugar fuera de su lugar de residencia habitual desde el momento de su salida hasta su regreso. Por lo tanto, se refiere a un viaje de ida y vuelta. Los viajes que realizan los visitantes son viajes turísticos.

TURISMO: es un fenómeno social, cultural y económico que supone el desplazamiento de personas a países o lugares fuera de su entorno habitual por motivos personales, profesionales o de negocios. Esas personas se denominan viajeros (que pueden ser o bien turistas o excursionistas; residentes o no residentes) y el turismo abarca sus actividades, algunas de las cuales suponen un gasto turístico.

Al leer lo anterior, vemos que la OMT ha logrado hacer un verdadero galimatías entre ambas. Las personas que hacen turismo se denominan “viajeros”, pero los viajes turísticos los realizan los “visitantes”. ¡Menuda confusión!

Para desenredar este ovillo, miremos las definiciones que la OMT determina para “viajeros” y “visitantes”

VIAJERO: toda persona que se desplaza entre dos lugares geográficos distintos por cualquier motivo y duración.

VISITANTE: persona que viaja a un destino principal distinto al de su entorno habitual, por una duración inferior a un año, con cualquier finalidad principal (ocio, negocios u otro motivo personal) que no sea la de ser empleado por una entidad residente en el país o lugar visitado. Un visitante (interno, receptor o emisor) se clasifica como turista (o visitante que pernocta), o como visitante del día (o excursionista) en caso contrario.

Esto aclara el panorama: Todo turista es viajero y visitante, pero no todo viajero es turista. ¿Quién no es turista? Aquellos que viajan a un destino por más de un año o aquel que va a trabajar en una empresa del lugar visitado, sin importar su duración.

Lo anterior desliga al protagonista de esta historia, la hotelería, del turismo en la medida que cuando nos referimos a “hotelería” vamos más allá de esa actividad. Un hotel, más que un establecimiento de alojamiento: es un centro de negocios o diversión y un engranaje importante dentro de la actividad económica, social y cultural del lugar donde se ubica.

Pero para conocer el origen y la historia de esta industria, indefectiblemente tenemos que hacer un recorrido a través de la evolución de los viajeros.

II. LA HISTORIA DE LOS VIAJES

No podemos hacer simplemente un recuento histórico de la industria hotelera sin profundizar en la historia misma de la humanidad. Si bien los seres humanos han tenido siempre la necesidad primaria de dormir, la forma de satisfacerla ha evolucionado a la par que lo fue haciendo el homo sapiens. Es así como, al hecho de encontrar un lugar donde tumbarse a reponer fuerzas, se fueron agregando otras necesidades como la seguridad de estar a salvo, protegerse de las inclemencias del clima o buscar confort. A su vez, con el paso del tiempo y en la medida que las comunidades dejaron de ser nómadas y se fueron asentando en lugares permanentes, surgió entonces la necesidad del intercambio entre comunidades y, por ende, el surgimiento del comercio, primero con el trueque de productos y luego, en la medida que las transacciones se fueron haciendo más complejas, comenzaron a aparecer los primeros instrumentos de medida de valores, lo que luego conocimos como “moneda”.

Dando inicio al periodo neolítico, los movimientos de los humanos evolucionaron de las permanentes migraciones en busca de alimento y refugio a traslados con propósitos definidos y de carácter temporal: Cuando alguien se desplazaba, por norma general, regresaba de nuevo al punto de partida, a no ser que en el camino fuera atacado o devorado por una fiera, lo cual era, por cierto, una posibilidad bastante real. Es en este período de la historia en el cual podemos ubicar entonces el nacimiento del concepto de “viaje” como tal.

Si bien en un principio brindar refugio a los viajeros era una norma de comportamiento social, el incremento del intercambio comercial entre comunidades trajo la consecuencia lógica de explotar la ventaja que ofrecía el poder satisfacer la necesidad de descanso y refugio con otras necesidades básicas como alimentarse o beber agua en un mismo sitio. De hecho, la palabra “hospitalidad” y la palabra “huésped” tienen sus orígenes en una expresión muy primitiva del latín: “hostis”, que significaba “igualdad por compensación”. Un hostis compensa la donación con una contraprestación .

Es así como fueron surgiendo en los cruces de caminos o a la vera de los mismos precarios establecimientos que ofrecían a sus “hostis” un lugar donde dormir y un refugio para sus cabalgaduras, no necesariamente independientes unos de otros y como no, comida básica para ambos. Estos lugares, dicho sea de paso, no eran los mejores ejemplos de limpieza y calidad de servicio.

Bueno, ya que con esta introducción estamos más inmersos en el tema, es tiempo de hacer un recorrido un poco más detallado por la historia para profundizar en la evolución de los viajes a través de las diferentes etapas de nuestra civilización. En las siguientes 3 entregas vamos a viajar por el tiempo desde la edad antigua hasta nuestros días.

Nos vemos la próxima semana…

LEER PARTE 2

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